PATRIMONIO

Desde 1972, la UNESCO ha sido la encargada de promover la conservación del patrimonio cultural de los países, dirigiendo sus esfuerzos en concienciar a los ciudadanos en la valoración del pasado, en el cuidado de aquellos vestigios que marcaron épocas y que son hoy en día reconocidos como obras excepcionales del ser humano[1].

Este proyectose enmarca en este rescate de la historia del Palacio Valle ofreciendo, a través de este soporte digital un espacio en el cual se invite al conocimiento de un fragmento de nuestra historia, tanto para académicos, estudiantes y público en general, que siendo una herencia histórica, posee un sentido colectivo.

¿Por qué es necesario este conocimiento? Pues sólo a través de éste es posible generar una valoración de aquel patrimonio que, independiente de su naturaleza (histórica, cultural, artística o inmaterial), se presenta ante nuestros ojos como unfragmento del pasado que forma parte de nuestro presente, evidenciándonos que nuestra cotidianeidad esta construida sobre hechos y decisiones que ocurrieron en otros tiempos[2] y que nuestras propias decisiones tendrán un impacto en el futuro.

[1] Collao, Damaris; “El patrimonio cultural: el trabajo realizado en España y los desafíos para su aplicación en la ciudad de Valparaíso, Chile”; TRIM: revista de investigación multidisciplinar; N°3; Valladolid; 2011; p.165

[2]Coma, Laia; “Investigación en didáctica del patrimonio en el marco de las ciudades educativas”; Enseñanza de las ciencias sociales: revista de investigación; N°11; Barcelona; 2012; p.55

La preservación de los espacios patrimoniales (restauración material) puede llegar a distanciar estos lugares de las personas que le dan sentido al distanciarlos y sacralizarlos de lo cotidiano: El patrimonio, manifestación de un periodo y un determinado grupo social, no es estático y se transformará con el paso del tiempo.

Es por esto que para que el rescate patrimonial sea efectivo y tenga un sentido, se debe revitalizar a partir de la integración de la ciudadanía, pasar de maquetas a escala real de otros tiempos, a la participación de la ciudadanía y la toma de conciencia de sus espacios.

Visitas guiadas, exposiciones abiertas a la comunidad y la incorporación de medios digitales (Códigos QR en edificios patrimoniales y aplicaciones interactivas) resultan claves para que la ciudadanía revalorice su propio patrimonio por su valor histórico, pero también por su rol en el presente[1]. De esta manera, la memoria se protege no sólo por ser heredada, sino por estar activamente en nuestro día